Después de 3 meses y algunos días de confinamiento estricto, hoy inicia el des-confinamiento total en Francia. A partir de hoy será posible ir a cine y algunos escenarios deportivos serán abiertos nuevamente.
A partir de hoy se puede decir que regresamos a la “normalidad”, un gran número de personas está de regreso en las oficinas, los niños están de regreso en las escuelas, las terrazas de los bares y restaurantes vuelven a estar repletos de gente aprovechando del caluroso verano que apenas comienza.
Personalmente, aún me cuesta un poco acostumbrarme a esta nueva normalidad y aún no entiendo muy bien como pasamos de un confinamiento estricto hace algunas semanas, a esta “nueva normalidad” que se parece mucho a la antigua.
Y es que los seres humanos olvidamos bastante rápido. Aun recuerdo como unos días antes del confinamiento la gente hacía filas en los supermercados y se sobre abastecían, sobretodo en papel higiénico, para lo que se anunciaba como el Apocalipsis.
Después vino el confinamiento y nos tuvimos que acostumbrar a trabajar desde casa, a estudiar desde casa, etc… Las salidas eran muy limitadas y teníamos que llenar una “attestation” o declaración que nos permitía salir a comprar víveres, hacer deporte o simplemente caminar en un radio de un kilómetro.

A partir del 11 de Mayo, cuando las cifras empezaron a mejorar y parecíamos ver la luz al final del túnel, las medidas de confinamiento empezaron a ser levantadas progresivamente, asimismo empezamos a regresar a nuestras antiguas costumbres. Los aplausos al personal médico se hacían cada vez más escasos y ya solo bastaba con lavarnos las manos regresando del supermercado y dejando los productos “en cuarentena” por unas horas. Se empezaron a ver cada vez más personas en la calle y algunos sectores económicos iniciaron su reactivación.
Las últimas semanas, a pesar del des-confinamiento, el número de casos sigue en disminución, los hospitales están descongestionados y la vida en las calles es igual que antes, se ven menos personas usando tapabocas en la calle, ya nadie aplaude al personal médico y los restaurantes y bares están a reventar.
Espero que con estas nuevas medidas, y la reapertura de fronteras que ya empieza a darse también, no haya una segunda ola de contagios que nos lleven a un nuevo confinamiento, aunque pienso que es poco probable ya que ahora estamos más preparados si esto llegase a suceder. Por el momento tendremos que acostumbrarnos a vivir con el virus, mientras exista una solución permanente.
Personalmente, aunque al principio me aterraba un poco la idea de no poder salir, terminé disfrutando mucho del confinamiento y del tiempo en familia. Durante esos meses pudimos compartir en familia tiempo de calidad, hacer cosas juntos que antes no teníamos tiempo de hacer por la rutina, el trabajo, el tiempo perdido en el tráfico etc.
El confinamiento me sirvió para hacer una pausa y agradecer, primero el hecho de poder conservar mi trabajo y un ingreso fijo en este periodo en el que muchos no tienen la misma suerte y lo pasan mal, así como valorar más la calidad de tiempo en familia y ponerme como meta el hacer todo lo posible para dedicar más tiempo a lo que realmente es importante, como este tiempo de calidad en familia. Espero que no se me olvide tan rápido como olvidamos el confinamiento.